Aproximadamente un millón de niños desarrollan tuberculosis (TB) y 205.000 mueren por causas relacionadas con la tuberculosis cada año. El ochenta por ciento de estas muertes ocurren en niños menores de 5 años, y la mayoría (96%) de las muertes ocurren entre niños que no recibieron tratamiento, donde los diagnósticos pasados por alto probablemente sean responsables del tratamiento insuficiente.
Los niños con TB, en particular los bebés, con frecuencia tienen TB paucibacilar, presentan síntomas inespecíficos y es probable que progresen rápidamente a TB diseminada o extrapulmonar en ausencia de un tratamiento adecuado. Esta presentación clínica, combinada con la dificultad para obtener muestras respiratorias, entorpece el diagnóstico de la tuberculosis pediátrica y el seguimiento de las respuestas al tratamiento mediante los métodos estándar basados en el esputo.
Un equipo multidisciplinario de científicos médicos dirigido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane (Nueva Orleans, LA, EUA), utilizó una pequeña muestra de sangre que se puede obtener fácilmente de niños de cualquier edad para detectar una proteína específica (CFP-10), que las bacterias segregan para mantener la infección que se convierte en TB. Dado que esta proteína está presente en niveles muy bajos en la sangre, el ensayo utiliza un anticuerpo específico para esta proteína para enriquecerla a partir de otras proteínas en la sangre y un espectrómetro de masas para detectarla con alta sensibilidad y exactitud.
El equipo utilizó esta prueba para analizar muestras de sangre almacenadas recolectadas de 284 niños infectados por el VIH y 235 sin el virus que participaron en un gran ensayo clínico realizado entre 2004 y 2008. La CFP-10pep en suero se analizó mediante un ensayo de inmunoenriquecimiento basado en nanopartículas leído por espectrometría de masas de ionización-tiempo de vuelo con desorción láser asistida por matriz (MALDI-TOF-MS) (Bruker Microflex LRF, Bremen, Alemania), que detecta el CFP-10pep específico de Mtb a partir de muestras de suero o de plasma EDTA, digeridas con tripsina.
El grupo descubrió que su prueba identificó a los niños diagnosticados con TB mediante las pruebas de TB estándar de oro actuales con una exactitud del 100%. El ensayo también detectó el 83,7% de los casos de tuberculosis que no fueron detectados por estas pruebas, pero que luego fueron diagnosticados mediante una lista de verificación estándar que emplea otra información recopilada por el médico de cada niño (casos de tuberculosis no confirmados). La prueba también detectó CFP-10 en el 77% de las muestras de sangre que se recolectaron 24 semanas antes de que los niños fueran diagnosticados con TB por otros métodos, lo que indica su gran potencial para el diagnóstico temprano de TB. El biomarcador de algunos casos positivos puede detectarse 60 semanas antes de que se confirmen sus enfermedades de tuberculosis.
Tony Y. Hu, PhD, profesor de Bioquímica y Biología Molecular y autor principal del estudio, dijo: “Este es un gran avance para los bebés con tuberculosis porque no tenemos este tipo de tecnología de detección para infecciones tempranas entre los grupos más jóvenes que tienen más probabilidades de no ser diagnosticados. Espero que este método se pueda impulsar rápidamente para llegar a estos niños lo antes posible”.
Los autores concluyeron que sus resultados sugieren que la señal sérica de CFP-10pep podría mejorar el diagnóstico de TB en niños, ya que excede los requisitos de sensibilidad especificados por la OMS para nuevos diagnósticos sin esputo y exhibe un desempeño similar para todas las manifestaciones de TB, incluida la TB con cultivo negativo, la coinfección por VIH/TB y la TB extrapulmonar, que normalmente son difíciles de diagnosticar. El estudio fue publicado el 18 de mayo de 2021 en la revista BMC Medicine.