Un artículo reciente sugirió que se podrían usar los niveles elevados de cinco biomarcadores séricos para identificar a los pacientes con COVID-19 que tienen un alto riesgo de complicaciones graves o muerte.
Con base en los primeros estudios chinos de COVID-19 que mostraron que ciertos biomarcadores estaban asociados con malos resultados, los investigadores de la Universidad George Washington (Washington, DC, EUA), determinaron los niveles de cinco biomarcadores séricos en muestras obtenidas de 299 pacientes diagnosticados con COVID-19, ingresados en el Hospital George Washington, entre el 12 de marzo y el 9 de mayo de 2020.
Los cinco biomarcadores medidos fueron:
1) Dímero D, un producto de degradación de la fibrina presente en la sangre después de la degradación de un coágulo de sangre por fibrinólisis. Se llamó así porque contiene dos fragmentos D de la proteína fibrina unidos por un enlace cruzado. La concentración de dímero D se puede determinar mediante un análisis de sangre para ayudar a diagnosticar la trombosis. Desde su introducción en la década de 1990, se ha convertido en una prueba importante realizada en pacientes con sospecha de trastornos trombóticos. Un aumento de cuatro veces en la proteína es un fuerte indicador de mortalidad en quienes padecen COVID-19.
2) La proteína C reactiva (PCR) es una proteína pentamérica en forma de anillo que se encuentra en el plasma sanguíneo, cuyas concentraciones circulantes aumentan en respuesta a la inflamación. Es una proteína de fase aguda, de origen hepático, que aumenta tras la secreción de interleuquina-6 por macrófagos y células T.
3) IL-6 (interleuquina-6) es un mediador importante de la fiebre y de la respuesta de fase aguda. Existe alguna evidencia preliminar de que la IL-6 se puede usar como marcador inflamatorio para la infección grave por COVID-19 con mal pronóstico, en el contexto de una pandemia más amplia de coronavirus.
4) La lactato deshidrogenasa (LDH) es una enzima que se encuentra en casi todas las células vivas. La LDH cataliza la conversión de lactato en piruvato y viceversa, ya que convierte el NAD+ en NADH y viceversa. La LDH se expresa ampliamente en los tejidos corporales, como las células sanguíneas y el músculo cardíaco. Dado que se libera durante el daño tisular, la LDH es un marcador de lesiones y enfermedades comunes como la insuficiencia cardíaca.
5) La ferritina es una proteína intracelular universal que almacena hierro y lo libera de forma controlada. La ferritina plasmática es un marcador indirecto de la cantidad total de hierro almacenado en el cuerpo y se utiliza como prueba de diagnóstico para la anemia por deficiencia de hierro.
Para cada paciente se registró la edad, el sexo, el IMC, las comorbilidades y los medicamentos. Las pruebas de laboratorio se realizaron en la sala de emergencias antes del ingreso o después de las órdenes de ingreso, y los pacientes fueron colocados en una de las unidades especiales para COVID-19. Además de los estudios de laboratorio de admisión de rutina, se registraron la PCR, el dímero D, la IL-6, la ferritina y la LDH. Además, se anotaron los requisitos máximos de oxígeno antes de la transferencia a la UCI, la transferencia a la UCI, la necesidad de ventilación mecánica y el estado del alta.
Los resultados revelaron que los niveles elevados de estos biomarcadores se asociaron con la inflamación y el trastorno hemorrágico, lo que muestra un mayor riesgo independiente de ingreso en la UCI, soporte ventilatorio invasivo y muerte. Las mayores probabilidades de muerte se produjeron cuando el nivel de LDH era superior a 1200 unidades/L y el nivel de dímero D era superior a 3 µg/mL.
“Cuando comenzamos a tratar a los pacientes con COVID-19, los vimos mejorar o empeorar, pero no sabíamos por qué”, dijo el autor colaborador, el Dr. Juan Reyes, profesor asistente de medicina en la Universidad George Washington. “Se habían realizado algunos estudios iniciales en China que mostraban que ciertos biomarcadores estaban asociados con malos resultados. Había un deseo de ver si eso era cierto para nuestros pacientes aquí en los EUA”
“Esperamos que estos biomarcadores ayuden a los médicos a determinar la agresividad con que deben tratar a los pacientes, si un paciente debe ser dado de alta y cómo monitorear a los pacientes que regresan a casa, entre otras decisiones clínicas”, dijo el primer autor, el Dr. Shant Ayanian, profesor asistente de medicina en la Universidad George Washington.
El estudio fue publicado en la edición en línea del 17 de julio de 2020 de la revista Future Medicine.