Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa (Ames, IA, EUA) desarrollaron un sistema de detección de diagnóstico cerrado y sin contacto, que se podría usar para detectar rápidamente la COVID-19 u otros brotes.
Los investigadores apuntan a desarrollar una plataforma de diagnóstico de bajo costo, segura para el correo y de escaneo rápido que sea adecuada para el seguimiento generalizado de la infección durante las pandemias. El kit de prueba de diagnóstico COVID-19 de un dólar (más o menos), permitiría a cualquiera tomar sus propias muestras nasales y de tos. Las muestras se extenderían en una tarjeta que se puede rellenar en un sobre con un recubrimiento que mata el virus y se deja incubar durante la noche. El sobre se puede dejar caer en un centro de recolección o en el correo. El sobre electrónico sería escaneado por un lector electrónico para determinar un resultado positivo o negativo. Luego, ese sobre nunca abierto, muestras y todo, se llevaría a un incinerador. El lector electrónico enviará automáticamente los resultados por mensaje de texto o correo electrónico al remitente.
La clave de la tecnología es un sistema nuevo de sensores basado en “interruptores de pie” que detectan el material genético, ARN objetivo. Esa detección desencadena la producción de proteínas “informadoras” que pueden cambiar el color de un sensor o, en este caso, la frecuencia de la señal de un sensor. El producto terminado implicaría un ensamblaje de varias capas en papel grueso. La capa superior contendría muestras nasales o de tos recolectadas, las capas intermedias contendrían el interruptor de pie y las capas inferiores tendrían un circuito resonante impreso y enrollado que se puede escanear para detectar frecuencias indicadoras. Si hay un ARN de COVID-19 objetivo en las muestras, el interruptor de pie permitiría la producción de proteínas que degradan un recubrimiento en el circuito, lo que da como resultado una señal positiva. Si no hay ARN del virus, no hay producción de proteínas, no hay degradación del recubrimiento y una señal negativa.
El método reduciría la carga de los diagnósticos de los trabajadores de la salud, eliminaría el uso cada vez mayor de equipos de protección personal limitados y proporcionaría una mejor respuesta a los brotes. También proporcionaría un mapa de brotes en tiempo real con detalles demográficos para ayudar a los funcionarios de salud pública a controlar la infección. Además, la tecnología se puede ajustar para detectar otras enfermedades o incluso futuras pandemias.
“Tratamos de lograr que nadie tenga que tocar las muestras”, dijo Nigel Reuel, profesor asistente de ingeniería química y biológica en la Universidad Estatal de Iowa. “La motivación principal de este proyecto es proporcionar una respuesta más rápida para permitir la detección generalizada y el seguimiento de un brote viral en expansión”.